jueves, 17 de septiembre de 2009

Las gargantas del Todra

-
-
El Todra, un impetuoso río de montaña que nace en lo más alto de la cordillera del Atlas, apenas lleva agua en esta época del año. Pero cuando se observa lo que fue capaz de hacer con las rocas calizas que, por el Norte, bordean Teneghir, uno imagina con facilidad lo que debe ser este ued cuando un deshielo repentino del Alto Atlas acrecienta su cauce hasta convertirlo en un verdadero río. Sin embargo, cuando estratos más blandos le permiten expandirse, su cauce se anchea formando, a su paso por Teneghir, un valle verde, un oasis fértil y bellísimo. Luego, sus aguas limpias, después de mezclarse con las del Rheris, se encaminan hacia el Tefilalt donde se pierden entre las arenas del desierto.
-
La entrada a las gargantas se hace por una estrecha carretera que sigue, en principio, la orilla derecha del río para, ya en las proximidades de la garganta, meterse en el propio cauce. Por él continúa hasta convertirse en una difícil pista que asciende las escarpadas laderas del Atlas. Con las autocaravanas, el ascenso por el río es lento a causa de los cantos rodados que forman su lecho, pero el trayecto es muy corto. Al llegar a la zona central de las gargantas, entre unas paredes verticales de trescientos metros de alto, el cauce se ensancha ligeramente, permitiendo la existencia de un pequeño hotel y de un espacio en el que podemos aparcar. Son las dos de la tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario