![]() |
Cabras rameando en un argán |
Lo que más nos llama la atención, al recorrer estas fértiles tierras del valle del Sus, es el ver a todos los hombres de las aldeas reunidos en torno a remedos de campos de fútbol donde tienen lugar lo que parecen competidísimos partidos, a juzgar por la pasión que provocan. Los campos están en las afueras de los pueblos, y hombres y niños han llegado hasta ellos en los más variados medios de locomoción, de los cuales el auto-stop parece ser el más frecuente.
Hablando de auto-stop, un fenómeno masivo en Marruecos, donde hasta las mujeres más tradicionales lo practican, nos hace gracia el observar el gesto con el que solicitan la benevolencia del conductor que se acerca. Levantan una de sus manos hacia el cielo y, con el dedo índice señalando al infinito, parecen pedir un viaje hacia las estrellas. Tiempo tardamos en reconocer ese gesto como algo distinto a un gesto obsceno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario